María Auxiliadora, una de las grandes devociones de Carmona.

Fueron las hermanas Dolores y Carlota Quintanilla, las que en 1897 trajeron a los Salesianos de la ciudad de Carmona y con ellos, la devoción a la Virgen en su advocación de Auxiliadora de los cristianos.

Poco después de que los Salesianos llegaran al barrio de Santiago, el fervor a María Auxiliadora fue creciendo, y no sería hasta 1906 cuando se tiene conocimiento de la primeras noticias sobre la organización de la Archicofradía de Devotos, aunque ya se le menciona en 1899 en un informe del Inspector, él cual la nombra como “compañía”. Pero fue don Fermín Molpeceres, quien se preocupó de solicitar la erección y agregación a la Asociación primaria de Turín, que le fue otorgada por rescripto del Rvdmo. Don Miguel Rua, el 15 de mayo de 1908, contando muy pronto “con más de 500 socios”. Animada por la Archicofradía, inicia en 1908 “la hermosa práctica de honrar a María Auxiliadora con cultos especiales el 24 de cada mes. Aunque la crónica no de ni una referencia a su organización, la presencia de la Archicofradía es cada vez más viva y eficaz, ante todo con su colaboración en la preparación del triduo, fiesta, y procesión de María Auxiliadora. Con más o menos vida, la Archicofradía siempre fue el alma de devoción y estuvo presente en el seno de la Casa. Tras el traslado del colegio a las afueras de Carmona, la Asociación sintió el cambio como nadie, ya que se le antojaba la lejanía del “Tiro Pichón”.

En 1973, se reorganiza la Archicofradía, y a pesar de la devoción con la que goza la Virgen en la localidad, las referencias en estos años son más bien puntuales, y aunque con más de doscientas cincuenta mujeres inscritas en las listas, hay que esperar hasta 1980 para tener referencias de la Junta Directiva, y desde el año 1981 se conoce la renovación de la Junta y la reelección de la presidenta.

En estos años, la imagen de la Virgen se veneraba en la Capilla del Hospital de San Pedro y, cuando comenzaron las obras de reforma de esta en 1987, también surgieron las dificultades para continuar dando culto en ella, y en este año se celebró la festividad en San Pedro ya que la Junta se oponía al traslado de la imagen al colegio con el pretexto de su lejanía. Por las tensiones causadas, dicha Junta dimite, por lo que da lugar a una nueva, que también persiste en que el sitio idóneo de la imagen debe seguir siendo el centro de la ciudad, y se piensa en la Iglesia del Divino Salvador, por lo que se trasladó la imagen a dicho templo.

El desacuerdo entre la Congregación Salesiana y la Archicofradía fue cada vez mayor debido a la contrariedad de ésta a trasladar la imagen a la Casa. Los ecos del conflicto llegaron al colegio de los Salesianos de la Trinidad de Sevilla y por ende al Arzobispado. Tras varias disputas, llegó una misiva el 28 de abril de 1988 por el Arzobispo, en la que le comunicaba al párroco de Santa María que la imagen de María Auxiliadora, propiedad de la Congregación Salesiana, debía retirarse de la Iglesia del Divino Salvador y trasladarse a la capilla del colegio para que allí recibiera culto por todos los fieles y devotos de la Santísima Virgen.

 

La imagen de la Virgen

 

En cuanto a la imagen, primero llegó a Carmona una imagen pequeña, que se bendijo el 14 de noviembre de 1897. No es hasta el 5 de marzo de 1900 cuando entra en la Casa la actual imagen y, el 21 de mayo de este mismo año, se bendice la imagen en el primer día de triduo, celebrado en Santiago, siendo madrina Doña Francisca Vidal.

Su llegada fue un gran acontecimiento para Carmona, tanto que sesenta y cinco años después, se coronara popularmente en la Plaza de San Fernando.

La imagen fue tallada en los talleres de la Casa Salesiana de Sarriá (Barcelona) única casa que Don Bosco conoció en España. El escultor fue el catalán Parelladas y su policromía estuvo a cargo de Casanovas, al igual que la imagen de María Auxiliadora Coronada de los Salesianos de la Trinidad.

Fotografía: Jesús García